Los pequeños productores

En la Red de Consumidores de Café sugerimos adquirir café de organizaciones de pequeños productores porque son quienes hoy en día nos pueden garantizar un café de calidad. Dos son las razones:

1.- Porque estos productores cultivan granos de las variedades de la especie coffea arabica reconocidas en el mercado de cafés especiales: la typica o criolla, bourbón, mundo novo. Variedades nuevas de esa misma especie no tienen tal reconocimiento: garnica, caturra, oro azteca. Tampoco lo tienen los granos de la variedad robusta, que pertenece a la especie coffea canephora.

En sus zonas montañosas, estos productores conservan la vegetación exuberante que las caracteriza y que es útil a los cafetales porque les proporciona sombra, permitiendo así conservar la humedad. Esta humedad propiciada en este ambiente -gracias también a los suelos, al clima y a la atura- permite que el fruto se desarrolle pausadamente y, por lo tanto, que desarrolle sus cualidades. Además, la rusticidad del método de cultivo implica escaso uso de fertilizantes y plaguicidas químico.

Esto nos beneficia a los consumidores porque recibimos un café de variedades reconocidas, cultivado en zonas aptas y con cuidados que permiten que los frutos maduren adecuadamente para ofrecernos así su aroma, sabor, acidez y cuerpo. Además, recibimos un café más limpio y más saludable.

2.- Porque al trabajar colectivamente, estos campesinos también se ocupan de industrializar y comercializar su café, llegando directamente al consumidor, con la garantía de que durante el proceso de transformación el fruto conservará la calidad que obtuvo durante su desarrollo en la mata.

Cuando nosotros, como consumidores o dueños de cafeterías, compramos el café de estos productores contribuimos a evitar el intermediarismo que, por lo regular, degrada la calidad del grano pues, para obtener mayor ganancia, los intermediarios suelen mezclar cafés de buena y mala calidad.